Rara vez hemos visto fracasar a alguien que haya recorrido este camino por entero. Nuestras vidas muestran de una forma general cómo éramos, lo que sucedió y cómo somos ahora. Estas promesas están cumpliéndose entre nosotros (a veces rápida, a veces lentamente) pero siempre se convertirán en realidad si llevamos a cabo las acciones correspondientes.
1.- Veremos resultados antes de llegar a la mitad del camino.
2.- Vamos a conocer una libertad y una felicidad nuevas.
3.- No nos lamentaremos del pasado ni desearemos cerrar la puerta que nos conduce a él.
4.- Comprenderemos el significado de la palabra serenidad y conoceremos la paz.
5.- Independientemente de lo bajo que hayamos llegado, veremos cómo nuestra experiencia puede beneficiar a otros.
6.- Desaparecerá el sentimiento de inutilidad y lástima por nosotros mismos.
7.- Perderemos el interés en las cosas egoístas y nos interesaremos por nuestros semejantes.
8.- Se desvanecerá la ambición personal.
9.- Nuestra actitud y nuestra visión de la vida cambiarán.
10.- Perderemos el miedo a la gente y a la inseguridad económica.
11.- Intuitivamente sabremos cómo comportarnos en situaciones en las que antes nos sentíamos desorientados.
12.- Repentinamente, nos daremos cuenta que Dios está haciendo por nosotros lo que no éramos capaces de hacer por nosotros mismos.